Un profesor de redacción decía que el título era la clave para un gran texto. Que desgracia que soy un fiasco para poner títulos.

El fin del mundo.

Vi claramente la escena de mi muerte.

Mientras en mis audífonos pasa la parte más álgida de "After Glow",  observo de pié en el puente de una glorieta como meteoritos caen de un cielo rojo. Naves extraterrestres pasan sobre mi cabeza y un viento arrastra el polvo que ha levantado ese enorme terremoto mezclado con las gotas de esa torrencial lluvia.

Rocas y ramas me golpean, llamaradas fulminantes rosan mi cuerpo. Nada me importa, sólo bailo con el sonido de esos tambores que mientras se suceden, van dando paso a diversas cortadas y golpes. Caigo de rodillas con el final de ese magistral solo de batería. Mi cabeza se estrella contra el piso... y cierro los ojos.

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