Vía Lactea

Hoy no sé si es la filosofía o el simple asombro a la capacidad pensante del ser humano
No se si es la razón o el sentimiento.
Simplemente me sorprende la forma en que seres como yo buscan respuestas en todo las cosas que refieren más a la naturaleza intrínseca del ser humano.
La inmensidad, el orden, la palabra como ser independiente (diría Georgias)… algo que nos refiera a nuestra enorme capacidad para crear mundos.
Tengo miedo… por alguna extraña razón, me incomoda el final de este libro, me hace sentir mi contradictorio devenir.
Hoy quisiera que alguien se impactara con la inmensidad, entendiera el papel del humano como simple observador de la evolución del universo…. Y al oído me dijera: "No te preocupes, no estás solo…"

….el camino es largo y solitario.

–Gracias –le dijo Foyle.
–Es un placer, señor –le replicó el robot, esperando deferencialmente.
–Es un hermoso día –comentó Foyle.
–Siempre hace buen tiempo en alguna parte, señor –sonrió el robot.
–Es un día horrible –dijo Foyle.
–Siempre hace buen tiempo en alguna parte, señor –le respondió el robot.
–Día –dijo Foyle.
–Siempre hace buen tiempo en alguna parte, señor –dijo el robot.
Foyle se volvió hacia los otros.
–Eso soy yo –dijo, señalando al robot–. Eso somos todos. Fantaseamos sobre
el libre albedrío, pero no somos otra cosa que unas respuestas condicionadas...
reacciones mecánicas en grabaciones preseleccionadas. Así que... aquí estoy,
aquí estoy, esperando responder. Opriman los botones y saltaré.

–La vida es tan simple –dijo–. Esta decisión es tan simple, ¿no? ¿Tengo que
respetar los derechos de propietario de Presteign? ¿El bienestar de los planetas?
¿Los ideales de Jisbella? ¿El realismo de Dagenham? ¿La conciencia de Robin?
Aprieten el botón y verán cómo el robot salta. Pero yo no soy un robot. Soy un
fenómeno en el universo... un animal pensante... y estoy tratando de hallar mi
camino en medio de un laberinto.

–¿Quién va por delante?
–Los hombres que deben hacerlo... los hombres con una misión, los hombres
que se sienten compelidos a ello.
–Fenómenos.
–Todos ustedes son fenómenos, señor. Pero siempre lo han sido. La misma
vida es un fenómeno. Esa es su gloria y esperanza.

Y así hay más... muchas más que se ganaron mi afecto.... Pinche Alfred Bester.

Pistorius