Todos...
absolutamente todos tenemos una triste historia de amor...
Y yo... yo solo aprendí a dormir tarde... a llorar con las películas y suprimir mis pensamientos... todo con tal de no pensar...
....ya no...
...ya no pensar...
...a quedarme en la computadora hasta tarde, no hallarle sentido a mi vida... a vivir mi hoy, como si viviera una tonta imagen del mañana... a no ser más que un cadaver caminando...
...a bailar con la música, a fumar y querer salir corriendo cada viernes por la tarde...
...hoy tengo ganas de llorar...
Un profesor de redacción decía que el título era la clave para un gran texto. Que desgracia que soy un fiasco para poner títulos.
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