Un profesor de redacción decía que el título era la clave para un gran texto. Que desgracia que soy un fiasco para poner títulos.

Quería reclamarte tu falta de "interes", pero pronto me di cuenta que no podía exigirte nada. Despues de todo no había nada serio o formal entre nosotros. No podía pedirte que me incluyeras en tu vida o que me dieras un espacio en la solución de tus problemas; yo solo era un espectador.
Entre nosotros solo existía lo que tu querías que existiera. Yo tenía que acoplarme a tus designios si quería estár contigo. Por esta razón, seguía pensando que a pesar de todo lo que tu y yo hubieramos vivido, no te interesabas en mi, solo en lo que yo te ofrecía.
No podía explicarme como era que en ocasiones me llamabas o mostrabas tanto interes en mi y despues solo era lejanía.
No sabía si era yo el paranoico o esto era verdad. Me faltaba lo que a tí te sobraba, un poco de confianza en uno mismo.

Justo ayer te dije que me dolía que si yo me iba, tú no irías trás de mi. Preferirías seguir con tu vida y sanar tu pena en secreto a bajar tus barreras y olvidarte de tu orgullo. La respuesta a las cosas es sencilla, solo que uno tiene que atreverse.
Yo he muerto y vuelto a renacer esperando una llamada, esperando tu llamada. Revisa está página y cuenta las veces que escribí: ¿porque no llamas?

No sé si esto algún día lo vaya a obtener o si cometo un error. Me volveré un poco como tú, no aceptaré mis errores a menos que estén justo frente a mí. No te llamaré, juro que no te llamaré...

2 comentarios:

E&B dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
E&B dijo...

huuum...
no la llames,no le llores, no la ames...
pero si tu no lo haces habrá alguien que lo haga por ti???

saludos